Dios es demasiado sabio para errar, y demasiado bueno para privar de
cualquier cosa buena a sus santos que andan íntegramente. El hombre está
sujeto a errar, y aunque sus peticiones asciendan de un corazón
sincero, no siempre pide las cosas que sean buenas para sí mismo, o que
hayan de glorificar a Dios. Cuando tal cosa sucede, nuestro sabio y
bondadoso Padre oye nuestras oraciones, y nos contesta, a veces
inmediatamente; pero nos da las cosas
que son mejores para nosotros y para su propia gloria. Si pudiésemos
apreciar el plan de Dios cuando nos envía sus bendiciones, veríamos
claramente que él sabe lo que es mejor para nosotros, y que nuestras
oraciones obtienen respuesta. Nunca nos da algo perjudicial, sino la
bendición que necesitamos, en lugar de algo que pedimos y que no sería
bueno para nosotros...
Vi que si no advertimos inmediatamente la
respuesta a nuestras oraciones, debemos retener firmemente nuestra fe, y
no permitir que nos embargue la desconfianza, porque ello nos separaría
de Dios. Si nuestra fe vacila, no conseguiremos nada de él. Nuestra
confianza en Dios debe ser firme; y cuando más necesitemos su bendición,
ella caerá sobre nosotros como una lluvia. De Autor Momentos de Oracion.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Sientase con la libertad de dar su opinión y tambien el de hacer preguntas, estoy a su servicio. Gracias.